Por: Teodoro Da Silva.
Pedro Mejía Murgueitio, es una de las grandes estrellas de la historia del deporte colombiano, en 1980 logro otorgarle a Colombia la primera medalla de Oro en los Juegos Paralímpicos que se llevaron a cabo en Arnhem, Países Bajos.
Mejía se enfrento desde su niñez a una condición física provocada por un medicamento llamado talidomida el cual ingirió su madre durante el embarazo, este medicamento provoco que el fémur y tibia izquierdos no se desarrollaran correctamente, pero esta condición no represento en su vida obstáculo alguno, pues gracias al entorno amoroso que sus padres, Arturo Mejía y Dioselina Murgueitio crearon no se sintió limitado en ninguna forma, sus padres lo criaron al igual que sus hermanos mayores, Carlos Arturo y Gloria Eugenia sin ninguna distinción, esto permitió que tuviese un desarrollo totalmente normal. Por ello se convirtió en un joven extrovertido y muy risueño.
El deporte siempre fue una parte esencial de su vida, este le permitió desarrollar disciplina y concentración, desde su niñez empezó a practicar judo y natación, dos deportes muy distintos entre si y los cuales exigen un gran compromiso físico, pero el no se amedrento ante ninguno de ellos y al igual que en su vida diaria siguió avanzando con una sonrisa por delante.
En cierto punto se le pidió escoger uno de los dos deportes y después de evaluarlo se decidió por la natación, como el mismo explica en la natación se sentía sin ninguna desventaja ya que allí sentía que todos eran iguales. A partir de ese momento se dedico en cuerpo y alma a mejorar para competir a nivel convencional, claramente el competir con una discapacidad física a nivel convencional es una clara desventaja, lo que exigió que su compromiso fuese total, entreno 6 horas diarias sin pretextos ni excusas y con el único objetivo en mente de mejorar. Toda este esfuerzo, disciplina y concentración que gano le permitieron finalizar sus estudios y empezar una carrera en derecho en la Universidad de San Buenaventura ambas oportunidades logradas a través de una beca completa.
Todo ese gran esfuerzo dio frutos y se convirtió en el tercer mejor espaldista del valle, todo esto compitiendo a nivel convencional. Los entrenadores Javier Gómez y Fernando Sarana se acercaron a él tras haberlo visto competir en el Campeonato Internacional Ciudad de Cali y tras evaluar sus tiempos le propusieron revisar la posibilidad de participar en los Juegos Paralímpicos de Arnhem, Países Bajos.
Luego de realizar las evaluaciones y pruebas le informaron que se encontraba listo para poder participar, tuvo solo tres meses para prepararse, pero el haber competido a nivel convencional le brindo la experiencia para poder competir con mucha seguridad y por su puesto con la gigante sonrisa que lo caracteriza.
Su actuación en Países Bajos su espectacular, no solo logro obtener en oro en los 100 metros pecho, si no que se alzo con el bronce en los 100 metros espalda. En 186 durante el Mundial de Para Natación realizado en Gotemburgo Suecia se alzo con el oro y bronce nuevamente.
Pedro Mejía en países bajos pudo ver como todo el esfuerzo y dedicación que hizo durante su vida se vio recompensado, se convirtió en parte de la historia deportiva de Colombia y con su triunfo alentó al país a poner los ojos en el deporte paralímpico, no es una mentira decir que sus esfuerzos dieron pie para que a nivel nacional se pusiese un esfuerzo en apoyar el deporte paralímpico nacional, lo que se ha traducido en triunfos que llenan de orgullo el corazón de los colombianos.
Por: Teodoro Da Silva.